domingo, 29 de marzo de 2020

Canción a Miguel

Una luz intermitente nos persigue

por todos lados

se ha pegado a las sombras y ahora

nuestros talones no siguen un compás.

 

Camino vacilando de

destello en

               destello y

esquivando             los huecos,

como marinero pegado a un faro

de niebla hasta el cuello y

de niebla industrial.

 

Para desayunar tontean con el sueño

lorazepam bajo las lenguas.

Peones en vagón, la Renfe rodea

y tambalea para marear al pueblo.

 

Desde pequeñas rejas asomamos

todas las narices que vayan cabiendo.

Así desafiamos al cuchillo

que sigue

sigue volando y sigue hiriendo.

 

Una luz intermitente nos atrapa

preparando tras las mentes dos cañones

una guitarra flamenca sobre el mapa

y un séquito de banderas en balcones.

Un rasgueo a contratiempo

con la voz desafinada.

Se nos olvida el sabor de un beso

mirando por la ventana.

 

Tengo las uñas marchitas

de rascarle al barro.

Algo os digo que os irrita

puede que suene amargo

pero no es propio de un poeta

ignorar si el pueblo grita.

1 comentario:

  1. Felicidades. Sí, esto tiene algo de folklórico, según cómo se mire

    ResponderEliminar